lunes, 21 de noviembre de 2011

Autofobia.

Presión.
Desterrados los pulmones piden a grito aire.
Vuelve la descalma a profundizar en el interior del pseudo-yo. Y discrimina mi ansia de supervivencia.
Solo quiero escapar.
Y no morir, y morir. Y así sucesivamente.
La vida volvió la espalda, pero sonríe confusa y tímidamente.
Yo me aferraría a lo que era 'vivir' y lo demás, ¿qué más da?.
Y poder salir del pantano de las mil y una noches sin dormir.
Pero todo estará bien.