miércoles, 23 de noviembre de 2016

Arrastra montañas cementadas
de kilos enteros de entrañas.
Abana cenizas que retornan a sus pestañas.
Se pierde entre lagos de fantasías de páginas de olor a libro antiguo.
Rechina los dientes entre escalofrío y escalofrío.
Le pueden los grises entre colores ocultos a su iris,
la veo pasear cabizbaja
disimulando su vacío.
Del eco de sus adentros alimenta a la fiera, que ya no la deja comer de la manos que le extienden fuera.
Hágase arcoiris después de tu lluvia de verano,
atacando a la fiera
retada en un mano a mano.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Nudos en el pelo.

Se acabaron los botones bien cosidos,
y los zapatos correctamente encerados.
El paso se hizo firme entre temblores.
Entre los dedos, tinta negra del llover de los ojos cuando están acabados.

Y se hará la oportunidad, tal vez abierta a tus párpados de hielo, 
para que puedas volver a ser aquella niña con nudos en el pelo.


Pesadumbre.

De repente todo se hundió, 
los restos quedaron esparcidos, allá donde no alcanza la vista.
Columnas de desengaño entre maderas de conspiración.
Nunca supimos qué hacer hasta que no nos persiguió la fiera.
Y gritó la desesperación.
Y el camino se cerró.
Y, entonces, se abrió la ventana.
Para respirar aire puro y liberar a la presa.
Que ya no dormía.
Que ya no despertaba.
Que ya no era mía.
Ni tuya, ni era nada.

lunes, 14 de marzo de 2016

Serendipia

Enclaustrado era el camino de batalla,
divagué  acantilados por su borde buscando lo calmitativo.
De la sin razón al tropiezo, volvimos a caer yo y mi pesar.

Quédome quieta mirando donde la brújula ya no señala el norte, 
perdido el mio.

Ya no escucho los cuervos que me sacaban del corazón los ojos,
ni si quiera chispea el miedo.

El camino señaló lo supuesto equívoco, 
y allí fui, sin sentido.

Sendero afortunado de tus brazos a mi corazón.
Cemento destruído de una tapia que se cernía de cristal grueso y miradas de desesperanza y agonía.

Vamos a ser. Y fuimos.
Uno.
Hecho de dos materias totalmente distintas,
correctamente dispuestas en dos manos entrelazadas.

Abrí los ojos.

Eres tú.