Te tiemblan las entrañas

sonríes a media asta 

mantienes la calidez de tus ojos

incluso si te devastan.

Te paran las horas

la vida te inquieta

tus manos cansadas

aprietan la mesa.

Te juran mil veces

te crees ya vencido

te veo a lo lejos,

¿sientes mi escalofrío?.

No sé no mirarte,

te admiro en presente

y si el futuro es distante

no importa

yo seguiré en tu frente.

No entienden tus silencios

tu necesidad de evadirte,

cometes errores

que conviertes en aciertos.

La vida te mira,

eras más que necesario

mil actores en el mundo

y para mí tú eres el escenario.

De metal,
sonora y ametralladora
de eco insostenible
letal,
amedrentada por destrozos
pero victoriosa en las batallas perdidas.
Soy de terciopiel
el hastío me robó las alas
y la imaginación vuela a su par
no sé diferenciar
lo que quiero
de lo que debo
no sé caminar sin tropiezo
soy un desvelo
soy puro sueño.
A veces amanezco
y a veces te espero
a veces no puedo
a veces no sé si quiero...
De calidez absoluta
el hielo me hace trizas
perdida mirando el norte
la luna me roba la sonrisa.

Apenas los minutos aguardan,
mirarte se me hace etéreo
y la tempestad se pone de nuestra parte .
Y es que a mi no me vienes
como anillo al dedo,
sino como una mano entrelazada
dispuesta a huir de la multitud
en medio de las ruinas,
sembrando caos,
partiendonos en pedazos
pero unidos por los mismos trazos.
De lo que la vida pretende que esperemos
astutos y cautos,
pero con las ganas intactas.
Te veré ir
hasta que te pueda ver llegar
me pierdo sin saber donde voy
sin saber si perderé la batalla.

Tan hechos de roto
que potencialmente somos un destrozo
impredecible
sombras del descuido
del no saber
hacia donde nos lleve el vacío
de plenitud llena
a desbordar por los balcones
lo que no sabemos enmendar
para seguir cometiendo los mismos errores,
y no sabremos brillar,
si la luna se esconde por los rincones
de tu estela divisoria aplanando tierras y universos posteriores
el no saber qué hacer nos llevará
a nadie sabe donde
y estaremos estáticos
huyendo de monzones.

Dicen que
la duda ofende
y las tuyas ametrallan
contra la incertidumbre de lo mutuo
se aleja la desmemoria
a paso minucioso
para ver a lo lejos
y seguir desabrazando
y los minutos atraviesan el reloj
pero no hacen olvidar
ensalta el alma
me disculpo a gritos con los ojos
no fui yo
pero así fue.
Que nunca fueron dudas
solo heridas de guerra
que quise curar a deshoras
que no entenderás tanta fragua
si callo es porque no quiero
seguir hiriendo mis palabras
si ardo es porque fui fuego
y ahora las cenizas se resbalan.