jueves, 25 de abril de 2013

Verso y medio.

Llueve.
El pelo empapado, resbala un mar por su chaqueta,
camina sin prisa, pausado, acentuando gradualmente su rareza.
Le miro a lo lejos, imaginando que cada día está más cerca.
Despierto y veo el vacío de su corazón aún hecho trizas
Comprendo que huya, y lo disimula entre risas.

Y soy espectadora y testigo de su dolor pasajero
pero le cambio una mirada por el resto de mis versos.

Guerrero


Ya no tendrás que usar el escudo, guerrero
que ya no hay más guerra,
si la espesura de tus ojos de acero
ha firmado la tregua

Y va camino de la lucha,
pero si me mira me rindo
si cuando pasa se lleva el aire de mis pulmones en un suspiro.

Este año primavera que llevaba años sin asomar
lloró las hojas de almendros
que le rezan al pasar.

No, ya no será más guerrero,
no necesitará arcos ni flechas
si le puedo decir que le requiero
aunque llevase tiempo deshecha



Y aún no sabe que del desgaste de sus sueños aparecí yo
y que robé sus desalientos
para transformarlos en amor.

Gestos


Entornó ventana y puerta
y vuelve a revivir pasado
y aún no se dio cuenta
que todavía sigo a su lado
Desatando los cordones
de las tardes de aire fresco
oiré los pájaros cantar
a la par de su recuerdo
Y volverán a sonar, lo sé
las campanas del silencio
porque sonrisa no hubo ni habrá
más bonita que en su rostro
Porque cada paso que dará
será para soñar de nuevo
y lo que pudo ser, será,
solo si vuelves de tu hasta luego
Y si brotas de raíz del corazón que ya no tengo
se cansarán mis ojeras de tenerte en mis sueños.

Desnudez


Bajo el nido del escorpión engendramos nuestro amor desafiante
prendidos en fuego saciábamos nuestros deseos
Déjame solo un minuto acariciar tu cuerpo
deja que mis ganas no aceleren este tiempo
volverá el cantar de los pájaros a brotar de este enjambre de abejas
volveremos, tal vez, desde el cielo hasta el suelo.
saldremos a pasear por el párpado de los insomnes
mientras, tú y yo seamos, tú y yo seremos,
Te prefiero a ti, me dices con la mudez de tus labios
y sobrio o ebrio te creo, sí, te creo
la agudeza visual de los que miran al suelo será por siempre nuestro templo, un templo ciego
hallábamos moras del camino de la desidia
yo plantaba ramos de tallos sin flores, y sin espinas
llegamos a contar cincuenta y dos horas mirándonos,
pasarán más, mientras la vida se corta la venas.
Nunca el sonido del eco fue tan profundo
si me gritas lo mucho que te amargo
me hallaré bajo tu cuerpo,
desnuda de pies a cuello.
Y terminarán por ahogarse mis vicios
para que seas tú mi juego.

Será malvenida tu presencia en mi alma,
cuando despierte del sueño de vivir en tus noches
una vez más se equivoca la razón insabia
y me empeño en ser el grito que espante tus temores
Tus ojos me engañaron, y entre verde me clavé aun sabiendo
que nunca serás, ni fuiste, la palabra que se lleva el viento
más te cambio el mar de mis ojos por tu sonrisa de mal tiempo.
que nunca seremos nada de lo que para mi sigues siendo
si nunca te dije nada,
te lo grito desde dentro
que no puede haber nadie, en la tierra ni en el cielo
que me arranque tu daga, hoy clavada en mi pecho.

Espada y capa


Y en la lejanía te diviso: espada y capa
dejemos la lucha que escampe, que el terreno se ha vuelto húmedo en tus mejillas
no llores otoño deshojado
deja de morir ante mis pies a cada paso
seré tu alma venidera, tu salvación
seré lo que tú quieras
pero tendrás solo las tripas, no el corazón
porque paso a paso planté a tus pies
la semilla de la desolación
donde desalados vienen a rezar a mis pies, con rodillas en suelo y flor
más nunca podré por ellos pronunciar aquella palabra que nos asesinó
porque, caballero, a espada y capa no supimos nunca luchar por 'amor'.

Pecados decapitables


Tú que miras con ojos ansiosos
tú que penetras en mis pupilas
regálame el tiempo para ser uno más de tus destrozos
desvanécete ante mi, como sueles hacerlo, mientras me miras
Tú, que convincentemente me has llevado a tu sendero
pierde tu huella en mis caminos
hazme sobrevolar la profunda tierra fértil
hazme que la locura sea el jardín más bello
Mientras nos despedazamos plácidamente
túmbáme en la cumbre de tus pesadillas
y acariciame pecaminosamente
solo asi es como no duelen las heridas
y mátame como sueles hacerlo
muriendo por mi, asfixiándonos por dentro
porque serás uno entre miles de cientos
pero por siempre serás tú, un buen recuerdo.