jueves, 25 de abril de 2013


Será malvenida tu presencia en mi alma,
cuando despierte del sueño de vivir en tus noches
una vez más se equivoca la razón insabia
y me empeño en ser el grito que espante tus temores
Tus ojos me engañaron, y entre verde me clavé aun sabiendo
que nunca serás, ni fuiste, la palabra que se lleva el viento
más te cambio el mar de mis ojos por tu sonrisa de mal tiempo.
que nunca seremos nada de lo que para mi sigues siendo
si nunca te dije nada,
te lo grito desde dentro
que no puede haber nadie, en la tierra ni en el cielo
que me arranque tu daga, hoy clavada en mi pecho.

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