Desrompióse,
tornando las agujas del reloj
girando manualmente el despropósito
en cada parpadeo le veo reír tímidamente
como si su sonrisa fuese dibujada
a mano alzada,
no somos más que un boceto
que podría ser pintado de acuarela,
unidos por trazos inconcisos
cerrados por otros vértices.
Y mañana caerá el sol de la misma manera,
en tu casa en la mia,
en tu mirada desajena...
Llena de luz el alma
el cantar de los buhos nos llama,
a mirarnos de reojo
evitando el cara a cara.
miércoles, 26 de junio de 2019
jueves, 13 de junio de 2019
Callada,
recuerdo haberte mirado por horas
distraida,
admirando tu destreza,
tu manera de poblar almas
con apenas media sonrisa.
Recuerdo la magia
de cambiar un gris por un blanco
insuperable.
Te regalaría mil piedras más
y aún así seguirías sabiendo cómo evitar el tropiezo .
Recuerdo tu mirada confusa
el último día
y el primero
gritando en silencio que no es un adiós,
sino, por siempre, un hasta luego.
recuerdo haberte mirado por horas
distraida,
admirando tu destreza,
tu manera de poblar almas
con apenas media sonrisa.
Recuerdo la magia
de cambiar un gris por un blanco
insuperable.
Te regalaría mil piedras más
y aún así seguirías sabiendo cómo evitar el tropiezo .
Recuerdo tu mirada confusa
el último día
y el primero
gritando en silencio que no es un adiós,
sino, por siempre, un hasta luego.
martes, 11 de junio de 2019
sábado, 1 de junio de 2019
Un paso más,
más despacio que lento,
más aproximado que intermedio
menos frágil
más decidido,
de tu sombra en mi luz
ahuyentando tus suspiros.
Se ríe el alma ciega
al escuchar tu vacío sonoro,
de inmensa claridad
tu mirada niega
que hoy me ha visto de otro modo.
Eres tan de miel
tan dulce como el azucar de mis labios,
más cálido que el lodo entre mis manos,
hecho de hielo y hiel,
pero te sonrojas a mi paso.
Detrás de ese ego
hay un yo mucho más grande,
más lleno de vida
menos vacío y tenaz
con menos miedo.
Te he visto,
aunque no has sido avisado
te lancé hace tiempo una flecha
que tú mismo te has clavado.
más despacio que lento,
más aproximado que intermedio
menos frágil
más decidido,
de tu sombra en mi luz
ahuyentando tus suspiros.
Se ríe el alma ciega
al escuchar tu vacío sonoro,
de inmensa claridad
tu mirada niega
que hoy me ha visto de otro modo.
Eres tan de miel
tan dulce como el azucar de mis labios,
más cálido que el lodo entre mis manos,
hecho de hielo y hiel,
pero te sonrojas a mi paso.
Detrás de ese ego
hay un yo mucho más grande,
más lleno de vida
menos vacío y tenaz
con menos miedo.
Te he visto,
aunque no has sido avisado
te lancé hace tiempo una flecha
que tú mismo te has clavado.
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