Torcióse la metamorfosis
a mano alzada,
encomienda al alba su alma aún salada,
remienda cuatro arrebatos
de olores desajenos,
cuando más te eche de más,
más me echarás de menos.

Y me busca en las esquinas de su recuerdo remoto,
y ya no encuentra anzuelo
para atrapar el mar.

Abril

Abril,
dime por dónde andas, abril
hay quien te echa de menos al fin
poder teñir los cielos de añil.

Abril,
¿te crees que estamos ciegos?
Te vi,
te busco entre mil fuegos sin fin.
Que sigo siempre el paso por ti.

Abril,
te oculto bajo el nombre de abril,
será siempre mi inicio y mi fin,
tú siempre serás dueño de mi.

Abril,
de hace cinco años, jazmín
y sigue habiendo flores de liz,
mi campo queda lleno por ti.

Imagina

Imagina que lo gris cede y se queda blanco
imagina que el anís
se convierte en miel en tus labios.
Imagina que te vi
y que no quise con descaro
imagina que sin mi
no existe más desarraigo.

Ojos que no sienten, corazón que no ve.

Oiremos cantar a lo lejos el qué pudo ser.
El destino nos apunta con el dedo,
a los dos a la misma vez.

No sabremos de mares
ni de océanos, ni del llover,
pero siempre sabremos
que los dos teníamos la misma sed.

No te la juegues en vano,
yo no lo haré
pero siempre sabremos ,como bien sabes,
que siempre seremos almas semidestinadas
a querernos ser.

Propuesta

Te propongo
solo un intercambio
yo te doy mi alma
si tú me das la mano.

Te propongo
ya no tener que mirar el reloj
esperando a que llegue tu momento,
solo si aceptas sin temor
te reto a que vayamos
donde nos lleve el viento.

Entreaviso

Vuelve el entreaviso a sacudir las vísceras
no podrá esta vez convertirme en presa
vuelve y retumba entre las entrañas míseras
pero no es capaz de derrumbar a la fiera.

Quedaron las medias palabras sin decir
el hielo las hizo resbalar,
si levantamos más murallas que las que tenemos,
no podremos bailar.
Jugaba a los desaires
con brisa entre los párpados,
pero cuando sonreía paraba el tiempo
y me hacia titubear.
Pero somos trenes con vagones distintos,
de los que no queremos bajar
ni despedirnos.
Y si bien lo sabes
¿qué te digo?
y si bien lo sabemos
para qué decirlo.

Leones

Atravesando fronteras llévome el destino,
sin sentido, a vista alzada,
allá donde no encuentra razón la pisada.
Cruzóse en los ojos como dagas ensaltadas en la copa de un árbol,
de la misma forma, la suya, llena de humildad la mirada,
puedo ver a través de sus ojos lo que no dice, lo que se calla.
Y quebró la rutina,
llevándome de su vacío a mi retina.
Y llegaron los leones y poblaron el alma,
y a veces, entre línea y línea, entiendo sus palabras.
Tal vez entienda las mías
tal vez nunca sepa nada.
Pero me quedo en su rugido,
al menos un día más.

Aunque ninguno sepamos donde el destino nos depara.