viernes, 28 de enero de 2022

Debilidad llena de fortaleza

aprendió de sus caídas y ahora es la piedra quien tropieza,

vestida de llanto disfrazó su alma de serena

levantóse en un  arrebato y dijo: llévame a dónde quieras.

Que ya no se deja arrastrar

si es el mar el que la sigue,

si la lucha ha que comenzar

al menos que el escudo no sea de mimbre.

Si el viento ametralla y casi la lleva,

pisando en firme se ancla, 

ya no le quedan más cuerdas.

Átame a la vida como si apostaras la sonrisa

a mi ya no me quedan más balas

pero si disparas

seguiré viva.