Se aproxima cabizbajo.
Lo siento, hoy no es día de pétalos.
-'Haré lo que haga falta para sonrojar tus pasos' -dijo.
Pero quiero no tenerte mientras te tengo que querer tener.
Nadie podrá, no, nadie. Pero será lo mismo sin ser.
-Quiero de tus sábanas mojadas.
...Y yo solo quiero pétalos. Pero no los hay... no para mi.

Vértices desordenados.

Nunca será suficiente.
Así derrame diez mil toneladas de destristezas a sus pies.
Así las pupilas se derritan a su paso.
Nunca será suficiente.
Pero yo me quedo aquí en la orilla a verte aparecer entre las olas.
Así tenga que esperar un "para siempre" más.
Y me gusta verle a lo lejos, pero mucho más cerca. Y se acerca... y solo alcanzo a sonreirle.
Pero se va.
Nunca será suficiente.
Y si llueve, yo seré paraguas... y apenas logra fijarse en mi.
Pero conozco su secreto: Nunca seré suficiente.

Autofobia.

Presión.

Desterrados los pulmones piden a grito aire.

Vuelve la descalma a profundizar en el interior del pseudo-yo. Y discrimina mi ansia de supervivencia.

Solo quiero escapar.

Y no morir, y morir. Y así sucesivamente.

La vida volvió la espalda, pero sonríe confusa y tímidamente.

Yo me aferraría a lo que era 'vivir' y lo demás, ¿qué más da?.

Y poder salir del pantano de las mil y una noches sin dormir.

Pero todo estará bien.

La princesa que mató al poeta.

[...]Entonces lo ahogué con todas mis fuerzas
en esa amargura que llevaba atada al cuello cual soga
hasta que casi no pudo respirar
hasta ver como agonizaba dulcemente.
-¿Dulcemente dice?. ¿Acaso alguien puede morir dulcemente ante tal hazaña?
Sí, él lo hizo. Pareciese que me lo pedía a gritos con los ojos casi fuera de órbitas.
¿Le pasa algo? Le noto un tanto consternada...
-No... sólo es que me sorprende la frialdad y tranquilidad
 con la que desliza sus palabras ante tal atropello...
Oh, no pasa nada. Ya se disculpó por obligarme a hacerlo.
...
¿Quiere saber cuáles fueron sus últimas palabras?
[Silencio]
'A mi paso cien de sus sensaciones favoritas perderán la descordura
cien de sus quinientas veinte personalidades atrofiadas encontrarán la resurreción
y volverán de nuevo a casa, dónde nunca hubo un nido de pétalos de ternura
ni se le dió de alimentar a las tripas, pensando siempre en el corazón'
- Lo recuerda fielmente...
Cómo no hacerlo si él mismo me lo grabó en la piel a punta de navaja para siempre
llevarlo presente.
- Pero, explíqueme, ¿por qué?. ¿ Por qué lo hizo?
Porque me quería.
- ¡¿Eso es, acaso, motivo alguno?!
...
-Perdone que pierda las formas, pero mi incredulidad ante semejante atrocidad crece por
momentos.Nunca me lo hubiese imaginado de usted.
No encontré mejor motivo para hacerlo.

Desajuste.

Tomémonos un tiempo con agua hirviendo para reflexionar.
.¿Reflexi... qué?
Me habla de la vida como si supiese lo que es.
¿Qué sabrán ellos de la humedad del temporal?
¿Acaso el mayor dolor es sentimental? ¿Es acaso, entonces, el dolor físico?
Ultrasensorial.
Desaparezco pero no lo haré. Da igual lo que haga.
Igual da cuántas veces me abra la cabeza contra el muro -de papel- indestructible.
Autodestructivo.
Dentro de mi caverna de cuervos mental crecerán las espigas que dejé de regar.
Pero no quiero rendirme a los pies del sinvivir.
Y me desarrodillo.
Y vuelvo a caminar.

Grietas.

En estado vegetal quedó la conciencia ajena
lo inexplicable toma forma
-amorfa para mis ojos-
el reloj me dice que aguarde
el sinsentido llegará
para dejar en evidencia lo sincero
Y el reloj huye, casi tan deprisa como yo
con su estaca y su lanza rozando horas, minutos y segundos
que no se escape nadie
que no se escape nada
que vamos a ser injustos una vez más
Sin dar lo que no se dio
que nunca se tendría en cuenta
si así se hizo el bien
Hagámos pues nada
para que el amor ajeno reconcoma la conciencia
de la falta de él.

Roce deshace el cariño.

Apenas mantiene el equilibrio mental, pero se acerca a mi.
-Quiero jugar a ser dios. Me dice subliminalmente.
'Ahora seré yo'. -No, no quiero que seas tú.
Pero insiste, y ya no me quedan más páginas que pasar.
Se ha acabado. Pero no lo entiende. Ni lo intenta.
Entonces, en la órbita más retorcida de su cabeza,
aún llena de pájaros -enjaulados-
rechinan las neuronas... y no sé cuántas más cosas tenga dentro
de ese hábitat digno de cualquier carpintero.
Tacto tacto tacto tacto. Roce. Hieres.
No tanto como podrías haber deseado en ese momento.
Y mírame con todo el odio que lleves dentro
porque será ese mismo tuyo el que transforme en mariposas
que tú querías dentro de su crisálida -para siempre-
Hasta que cumpla la caducidad de tus pupilas. Y más.

Intermitencia.

Volvió la tranquilidad momentánea tan ansiada
se volvió a escuchar, a lo lejos, el cantar de los pájaros cuando sólo quieren graznar
Acaricióme el pelo y noté su tacto.
He vuelto. Por momentos.
Aquí estoy.
Sí.
Y sonrío, y sonríe.
Apreciemos la rojiza luna que apenas se distingue entre las luces de la ciudad, que amo.
Y dormitemos juntos.
Y disfrutemos del morir a ratos, cuando los relojes quieren echar una carrera.
Pero, ahora sólo relájate.
Siempre lo dices.
Y yo vago siempre por el 'no podré'
Pero mi crisálida ha de romperse, como lo está haciendo. Sí, lo hace.
Y seré, al fin, mariposa de nuevo.
Para posarme en tu flor.
Escúchame de nuevo con tu voz y háblame de mis oídos mudos cuando no tenga
de qué acordarme.
Porque te adoro en el máximo esplendor de la palabra.

Volverán los sueños a brillar color maravilla.

Lo harán.

Fragmentos

[...] Entonces dijo: 'No me hagas esto'

-Lo siento.

Se apagó la luz.

A Hieronymus Clark.

Psicosis.

De nuevo está aquí

y coge todo mi aire 

aspira de mi alma

y la sitúa en la oscuridad.

Mi cuerpo indefenso se prepara para la batalla una vez más...

Me preparo para lo peor, pero no estoy lista.

¿Cuál fue el momento en que la esfera dio su vuelta más radical?

aquel día en que la esencia se fue volando por una ventana entreabierta,

día de lágrimas encubiertas con una media sonrisa de 'todo estará bien'.

¿Hasta cuándo? Constante duda en mi.

En su trayecto recoge un poco más de mi.

Un poco menos para mí. 

Volvamos a la montaña rusa. Toca descargar toda la adrenalina en forma de gas lacrimógeno.

Sólo dame la mano y corramos.

En un pequeño instante estalla la cordura...

Ya estabas tardando maldita!

Que sí perezco entre las sombras esta vez sólo se sepa de mi que amé

y que soy dueña de una estrella.

Variable tiempo-temor.

Se acerca silenciosamente para alojarse a mis espaldas
y, cuando todo parece enmudecer, comienza a gritar.
A veces me deja sin sentidos
A veces no tiene sentido...
Y su olor a ácido se hace cada vez más temido
Ya viene a por mí
Aprieto los dientes.
Una vez más...
Directamente proporcional.

Permitámonos el lujo de perder el tiempo
mientras el desvarío reine en esta orgía mental.

Actos.

Pretencioso se levanta
sin labios que ahora besen el suelo a sus pasos.
Toma carrerilla para despedirse de la esfera
del sudor de media noche
de las lunas llenas
de escribir recto en lineas torcidas.
Cambiaron las tornas de su maquinaria
se acabó espectar
y quedarse oliendo el deleitoso aroma que desprende.
Pero sólo frunce el ceño y camina
camina
camina
camina
y no mira atrás
y se va
para olvidarse de la torpeza de mis palabras.

Tráfico y ruido.

Huelo a lo lejos el putrefacto aroma a desdicha,
mientras el Sur pierde el norte y la locura se sumerge en la inspidez de lo 'correcto'.
Insignificancia tiene el poder de lo necesario actual,
mientras lo imprescindible vuela (no muy lejos dice).
Parto a aquellos mares que me vieron a detalle el lagrimal, para correr el riesgo
Y de las palabras nació el camino que dejé de formar para que su carga fuese menor.
Y pueda ser feliz (ajeno a mí) si así lo desirea.

Insomnio.

Lunas de terciopelo abrazan a la fiera,

y se detiene a mirar

pero va despacio.

Será el momento de atacar, ¿cuándo?.

Incierto, pero el momento llegará.

Rociaré el veneno más dulce para no acabar

putrefacta ante el sonido armonioso de no se cuántas

agrupaciones silábicas.

Y soñar, y soñar, y soñar.

La nueva Era.(?)

Arrastra mi tacto a sus dedos.
Será la última herida.
-¿La última?.
Voy a clavar el amor hipertenso en el barniz de tus ojos,
a sembrar cada desencanto desenvainando espadas a su vez.
Y allí, ya guerrera, lucharé a sol y sombra por un don quien sabe qué ni dónde.
Hasta que la caducidad de las pupilas lo decidan
y acarreen la decisión de tornarme lúcida
y el destello de las luciérnagas no nos haga cegar.
Aire fresco a la mente vagabunda que desea que escampe el temporal.
Adiós al color marchito de los sueños de terror.
Hasta que decida abrir un hueco en el baúl donde sólo existen muros de cemento.

Lo de fuera.

Pero a veces sólo soy un grillo encerrado en una jaula,
queriendo volar mientras los demás presumen de ignorancia.
Y dejé ceder el maquillaje
a otra mujer que lo luzca
con más elegancia
pues la tristeza no se esconde con una máscara.

Enigmas del alma

Se trata de perder la conciencia en un lugar recóndito del planeta. Mientras, lo estable pierde el equilibrio sin consentimiento. Y, luego, viene la presión ultrasonora, la conversión del cuerpo en agua; el paso de sólido-líquido a gaseoso.
El viaje a la cuarta nube (de algún componente tóxico).
Asfixia.
Escandilando, la oscuridad se aleja cada vez más cerca.
De los deseos a los ruegos y súplicas a NADIE.
Pierdo el combate, una vez más, no será la última -ojalá lo fuera.
Calma y esperanza para su tratamiento. De mientras, angustia existencial.
El tren corre hacia algún lugar perdido y consigue atropellarme y yo, invertebrada, pierdo la noción. Y no llego al destino.
Abro los ojos:
-"Estoy aquí".
No.

Víboras del subconsciente

Camina serpenteante hacia mi.
-Esta vez no me asustas.
Y apresura el movimiento.
Pero nada importa si al final del camino hay una sonrisa...

Psychorrible.

~Deja de comerme, deja de beberme.
Silencio.

                                                                                                                                                                   *Scarlett en el país de las pesadillas. 

                                    

Miedo.

El barro se está quedando seco
aún el cantar de los pájaros retumba en mi cabeza como si un martillo la aporreara repetidamente
y las nubes ya no parecen de algodón, sólo son cúmulos en el cielo de un material despreciable
odio cuando el viento sopla porque mi piel no lo siente, pero sí el frío.
y siento que, si me rindo, mi cuerpo perecerá, dominado por mi otro yo,le grito que se vaya, pero sólo deseo dejar de
tener que hablarle.
Algo que consuele mi desesperación mental... mis ganas de volver de nuevo al mundo 'real',
liberarme de las cadenas que me atan a esta desrealización que me absorbe poquito a poquito.
En sueños todo parece ser tan real...
Y sólo quiero dormir, pero tengo miedo de no despertar.
Miedo de no volver, miedo de desaparecer, miedo.Es sólo eso.

Desreal.

Cuando la vida da una vuelta rotunda
y no sabes hacia dónde vas
ni por qué caminas...
Cuando algo en ti te está destruyendo
y no lo puedes controlar
Cuando nadie puede entenderlo
entonces es cuando estás perdido.

¿Y si este cubo de cristal nunca se destruye?
¿Y si permanezco congelada en esta pesadilla?
¿Y si no vuelvo?
¿Y si me voy?

Sobretodo lucha por salir de ahí, Scarlett, este no es el papel de tu obra.

Palpitar.

No te preocupes
que si el corazón se me acelera es sólo porque tiene prisa por ir a buscarte
y que la realidad es tan bonita contigo
que por eso mi cuerpo decidió despersonalizarse para que parezca un sueño
es sólo porque no puede ser real.
No te preocupes
que volveré y volverá todo a la normalidad
y sonreiré para ti
'que quedan muchas tardes' claro que sí, y mañanas y noches y años, muchos.
Y volveré a discutir contigo sobre tonterías, al fin y al cabo, casi todo en esta vida lo son
y, ¿sabes? lo bueno de ellas esque hacen que la vida sea un regalo.
Y para mi siempre es, fue y será un lujo estar aquí. Estar viva. Porque en estos momentos lo único que deseo es continuarla como antes de todo esto.

Psicodelicias asesinas.

Tal vez escribir sea lo único que pueda salvarme en estos momentos.
Escribirte, porque verte no puedo, porque no puedo tocarte, porque si lo hago muero.
Ojalá pudiera pedir un deseo y que se cumpliese, que todo esto acabe, lo ruego.
Sólo puedo escribirte, sólo eso. No puedo conformarme.
Pero... Cuando me tocas muero. Pero, ¿por qué?
Lo siento realmente, lo siento, yo no quiero, sálvame. Pero tal vez no puedas.
Y yo te necesito.Y parece que ahora te necesito lejos. No quiero.
Que alguien me ayude.
Porque ahora sólo puedo escucharte.
Quiero volver.
Y me estoy muriendo. O eso me hace pensar este asqueroso cerebro.
Pero no olvides que te quiero, y que dentro sigo estando yo.
a pesar de esta psicosis que me tiene atrapada.
Quiero salir.
Necesito ayuda.

Respira.

-Coge aire.
Así comenzaba el principio de la agonía.
-Respira profundamente.
Nadie podía entender que el oxígeno era nulo en mis pulmones
que el aire emergente de algún lugar de mi pecho cálido luchaba contra el oxígeno puro
para evitar que lo tomase.
Estoy ardiendo por dentro.
Y necesito que me salves.
Y lo intentas. Y lo intento.
-Por favor, no me hagas esto.
Lo recuerdo a cada instante. Lucho por seguir.
Lo estoy haciendo, te lo juro. Por ti, por mi.
'Ayúdame' alcancé a decir entre sollozos.
Pero tengo tanto miedo que el hecho de tenerlo hace que no pueda volver. Y lo sé.
Sé que todo está en mi mente, pero no puedo liberarme de ella.
Pensé que soñar era bonito, y en un sueño me veo. No hay realidad, no hay estabilidad. No estoy, no estás, no sé dónde estoy y apenas logro sentir mi piel.
No me reconozco, pero estoy dentro de este caos mental que no me deja salir.Y estoy aqui dentro.
Ayúdame a salvarme, como lo hiciste una vez.
No puedo decir adiós.
No puedo decirte adiós aún. Aunque algo me diga lo contrario.
Todo lo que prometí lo cumpliré, pero tengo que volver.
Y volveré gracias a ti, como ya lo hice. Y me liberaré de la agonía. Del aire cálido. Del retumbar del pecho.
Y las horas muertas volverán a su estado vital.
Y las mariposas.

Especial dedicación a Hieronymus Clark.

Querido Don Nadie.

Querido don nadie:
Quería referirme a usted de la forma más austera posible porque, señor mio, usted al igual que yo es, sin duda alguna, un don nadie.
A propósito del título que usted no ha elegido quería comunicarle que está sometido a experimentos de peces gordos, ratas de laboratorio, si, usted. Y yo también.
Pero no se preocupe, coja el mando de su televisión, ponga un canal cualquiera, crúcese de brazos o llore. Todo vale, menos revelarse. No luche señor.
Caballero, usted no es nadie. Ni yo. No les importa que nos pudramos en miseria, no les importa que suframos.No les importa MATARNOS.
No señor.
Relájese y respire hondo.

Límite.

Por el camino transito,tal vez equivocadamente,tal vez no.
Mientras, malgasto los momentos que grabo con matarratas para personas que dudan más
que hablan, así nos callamos.
Inseguridad y melancolía componen algunos breves pero contínuos instantes.
Todo como si fuera el último día y mi reloj nunca marca la hora
exacta y todo está tirado por los suelos.
¿Esto es todo?.Seguro que no, por eso tengo prisa.

Secuencias.

Anda,ve y llora con el ojo tuerto

apiádate de ti
porque desde este punto no hay piedad, no la hay.
Ya puedes volver a ...¿soñar?
Mejor duerme que se hizo tarde.
Regenera cada herida con mi piel impía
Y luego...luego quédate en silencio,lejos de aqui
como siempre.

Letal.

Revólver en mano.
-Tranquila, no tengas miedo, no pienso dispararte.
Y se hizo el silencio.

Brevedad.

El tiempo se hizo un minutero
y ni si quiera nos detuvimos a mirarlo
pues, para nosotros, era ya eterno
por el camino dejamos migajas que, más tarde, fuimos recogiendo...
una a una para arrojarlas al recuerdo.

Rastros de realidad.

Los días fueron amapolas de pétalos dorados.
Aún, los charcos nos parecían lagos con cisnes,
e imaginábamos, también, el sonido que hacen al respirar las mariposas.
Y no sólo caminábamos, volábamos por la imaginación optimista a lo largo de kilómetros
hechos algodón de azúcar para algún paladar de aquél, nuestro tiempo.
Y se nos olvidó pensar.
Y la dureza del asfalto.

Take a...

Yo que me cansé de aullar a los lobos, de desencajar cada mirada cuando los océanos querían abrirse en cascada... y dije: vamos a soñar. Y soñó conmigo.
De fantasía la imaginación llena. Sin alfombras mágicas ni tesoros en el mar ni manzanas envenenadas, ni horas en las que tomar el té.
'-¿Estoy loca? -Sí, pero las mejores personas lo están' Escuché en su tiempo. Y ahora hagamos del corazón tripas, que se acabó.
Las suelas gastadas. No hay más ojeroso que el que se pasa horas mirando.
Y volvió la tempestad. Y cayeron, a su paso, piedras desde lo lejos.
Pobre del mar al que se tragó la tierra.
De lunas destellosas no quiero oir.
De trampas ni raticidas. Ni morfina.
Dejad que drogas anestésicas hagan su efecto en la herida, formando caminos nuevos.
¿De qué color late el corazón? Pregúntale a quien lo guardó junto a sus recuerdos. Inútil e inservible. Pero volverá a nacer.
Quimeras.
Esta vez sería para quedarme, por eso no sigo andando.
¿Quieres congelar el fuego? Yo te ayudo.
Mientras, el día decrece. Fugaz. Será el último vals.
A mitad del camino nos encontraremos. No será el último suspiro.
Eterna, la espera vana, vaga.
Candados oxidados.
A lo lejos, nada. El lago vacío sin cisnes espera por nadie.
Destellos de ensordecimiento. Palpitan.
Lágrimas secas de rosas amarillas se estremecen con la acidez.
Deseo de olvido del olvido. Los restos de memoria naufragan al borde del abismo.
Despertar con fruición.
Ya el juego se ha acabado y la apuesta es nula.
Se acabó la atención que supone el vacío llenando pozos sin fondo.
El rechinar de los dientes.
Extrañar.
Y no me vuelves a ver.
'Si el alcohol fuese olvido, no tendría memoria. Fin de la historia.'