Al compás del deshielo
se entorna la mirada
me quedo a mirar cómo me olvida
como se aleja sin mediar palabra.
Se va indeciso, con el corazón ametrallado,
con las ganas cansadas,
yo sin poder estar a su lado,
dejo que se vaya sin decir nada.
Grítome su vacío,
y su sinesfuerzo refleja su acomodo,
me quedaré con el escalofrío
de cuando estuvimos a un paso de serlo todo
y se decantó por el hastío.
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