jueves, 2 de abril de 2020

En el latiente a medio paso de la nada,
en el subconsciente recordando que me podía mentir pero no me engañaba.
En el trastero quedaron los viejos momentos,
en el recuerdo se fustigan los remordimientos.
Tus -quédate- a momentos
frente a mis -si es a ratos mejor vete- por siempre.
Que de un delirio se hizo mi caos,
y ahora el enrevés me sigue la corriente.
Más que de acero, de malva y espinas
debajo del aguacero, espero a ver cómo apacigua.
Más no del temporal
sino de las sonrisas de mal tiempo
poniéndose en mi lugar,
quedaría sin aliento.
Y no sabrá de mi tempestad...
¿Te apetece bailar un último vals?
Y de paso, si quieres, te lo cuento.






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