martes, 10 de marzo de 2020

Equivócate.  

De nada valen los pájaros en la mano,
a mi me gusta ver los cien volando.

Equivócate 
y échale sal a las heridas.

Equivócate 

con los ojos bien abiertos, que sienta el corazón fuerte.

Equivócate

porque más vale pronto, que para siempre.

Equivócate.



Pero equivócate conmigo.





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