lunes, 19 de agosto de 2019

Anacrónico,
nuestra disonancia nos hace cómplices
y entre el resquicio
sólo caben primaveras
átonas
forradas de malva y azul
y tus latidos indecisos
no tienen nada que decidir
y por eso vuelo
y no alcanzo plumas para mis alas
me quedo
me inquieto
y finjo no saber nada
que no quiero
y a veces
duelo
como duele cuando se es roto
y despienso.
Me agrieto
me pierdo,
te busco y me encuentro
tu sonrisa eleva mares
y destituye mis reinos,
vacíos
y a la vez tan llenos,
sin nada que nos deje libres 
acunando tus desvelos.
 
 

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